56 940
kilómetros recorridos
37
países visitados
4
años de viaje
Se mueve con su propia fuerza y todo lo que tiene cabe en el portaequipajes de su patinete. Trata de descubrir en carne propia si el mundo es realmente como lo presentan los medios, qué necesitamos realmente para ser felices y de qué sirve mantener sólo el consumismo.
Desde noviembre del 2015, cuando dejó su carrera de diseñadora gráfica y su apartamento, ha recorrido casi 57.000 km en patinete. Dejó atrás los países de Europa, atravesó las estepas turcas, los desiertos abrasadores de Irán, la autopista nevada de Pamir, el desierto Taklamakan, temido por los antiguos peregrinos, la meseta del Tíbet, el clima húmedo y tropical del Sudeste Asiático y las islas en Indonesia, para llegar a las costas de Australia el 9 de abril.
Australia le trajo a Blandine no solo nuevos desafíos, como por ejemplo temperaturas en torno a los 40 °C, distancias interminables y zigzagueo entre extensos incendios forestales, sino también la ansiada paz, soledad y armonía con la naturaleza. Su travesía australiana se vio interrumpida después de un año por la pandemia de COVID-19, pero incluso entonces Blandine no renunció a buscar una forma de vida mejor. Se estableció, se desconectó de las redes y hoy se dedica a construir un huerto autosuficiente.
«No puedo expresar lo mucho que Dragstr se ha convertido en parte de mí. Pero, por desgracia, tengo que dejarlo aquí, en Australia. Es duro, y quizá también al mismo tiempo muy simbólico. Lo dejo como un regalo a las personas que me dejaron quedarme en su casa en Ceduna. Viajar por los tres continentes me ha enseñado mucho, no solo sobre el mundo, sino que también sobre mí misma. La experiencia que he adquirido es como una semilla que pronto germinará en un mundo un poco mejor».
