La vida no se termina con la jubilación, dice un peregrino en patinete de casi 70 años
| Vendula KosíkováAunque casi ronda los 70, nada le impide viajar por la República Checa en su «Libélula azul» - el patinete S2620. Se hace llamar “el Abuelo del patinete” y a mediados de este año emprendió su tercera expedición en patinete, durante la cual quiso recorrer el país de oeste a este.
Empezó a montar en patinete para seguir el ritmo de sus nietos
De sus publicaciones en Facebook
„Es el tercer día que estamos de viaje. Los kilómetros recorridos ya están haciendo sufrir a nuestras piernas. Cada mañana nos levantamos de una cama diferente y antes del amanecer salimos. Necesitamos recargar energía con el sol naciente y recorrer lo máximo que se pueda. En la mochila tenemos todo lo necesario para un par de días. Intentamos deambular mientras disfrutamos de toda la belleza de la naturaleza otoñal. A veces nos alejamos del recorrido planeado. Así los kilómetros van aumentando. No importa, merece la pena dejar nuestras huellas en la región".
Břetislav Snášel alias “el Abuelo en patinete” creció en el pueblo de Rožnov pod Radhoštěm, una región con gran tradición de patinetes. Sin embargo, hace poco que tiene su primera máquina.
“Mi padre me aficionó al ciclismo, llegué hasta los circuitos de carreras, pero siempre miraba de reojo a los niños que pedaleaban alegremente por el pueblo sin ninguna presión por el resultado. No hice realidad mi sueño del patinete hasta que mis nietos empezaron a montar en él.
Al principio solo quería seguirles el ritmo, pero pronto el deporte empezó a gustarme tanto que comencé a hacer excursiones cada vez más largas.”
Dedicó su primera expedición de 300 km a su familia
Břetislav realizó su primera expedición el verano pasado. Recorrió los trescientos kilómetros de la región de Moravia en honor a su familia, que le ha apoyado toda la vida.
“Me gusta cuando voy de un lugar a otro, no tengo problemas con el mal tiempo ni con pasar la noche a cielo abierto de vez en cuando. Toda mi vida he caminado por las montañas, en el invierno pasaba las noches a lo salvaje en la nieve, he trabajado como jefe de campamento, he organizado el Club de Senderismo de Moravia, etc.".
Hizo el viaje de Polonia a Austria en 14 días, esta vez no fue solo
De sus publicaciones en Facebook
“De momento va todo como esperábamos. El tiempo ha mejorado y ha comenzado el verdadero otoño. Los agricultores están arando después de la cosecha. Las golondrinas van creando bandadas y hacen carreras de velocidad a mi alrededor. Las vacas, los caballos, las ovejas y hasta los cervatillos mueven las cabezas para hacernos saber que no entienden muy bien qué es eso que se arrastra a su alrededor y resopla colina arriba como un fantasma. Nos estamos acercando al kilómetro 200 y de ahí saldremos como balas hacia la meta.”
Břetislav planeó el pasado septiembre su segunda expedición en patinete recorriendo Bohemia de norte a sur, y lo publicó en Facebook junto con la súplica de recibir consejos acerca de dónde alojarse. Al final agregó una nota en la que decía que estaría encantado de que alguien le acompañara al menos un día.
Honza Kos, de 65 años, se unió a él, se encontraron en Kácov y juntos llegaron hasta el final. Prepararon otra expedición juntos el pasado mes de abril.
Llama a su patinete «Libélula azul». ¿Por qué está contento con él?
Břetislav llama a su patinete Yedoo S2620 “Libélula azul” por el color y ligereza con la que se mueve.
“Estoy muy contento con él. Es fiable (puede transportar mis 96 kg y una mochila de 15 kg sin problemas) y además tiene un precio razonable. Ya he recorrido 900 km con él y no lo cambiaría, resistió torrentes de agua y piedras cuando iba bajo la lluvia desde Podkrkonoší a Jaroměř. Además, es mucho más rápido que el patinete Sulov que tenía a principios de mi carrera como conductor de patinete.
«Nunca es tarde para empezar» dice este viajero a sus coetáneos
De la página de Facebook de la mujer de Břetislav Snášel
“Otra vez cambio de planes con el Abuelo del patinete. Como se le acabó el efectivo y solo tenía tarjeta, no pudo dormir en el pueblo de Rajnochovice (ni siquiera en el hotel aceptaban tarjetas), así que por la noche se dirigió hacia Bystřice pod Hostýnem. Justo en el primer pueblo, llamado Podhradní Lhota, le atendieron los bomberos que tenían un ejercicio de entrenamiento. Al abuelo le ofrecieron café y pasteles, un lugar seco para dormir en la terraza de fuera, pero bajo el techo y hoy por la mañana le regalaron otro cafecito. ¡La gente buena no se ha extinguido todavía! Para muchos, «Břetik» es un friki, así que lo cuidan. Muchas gracias y crucemos los dedos para el siguiente tramo, ya le queda poquito, hasta el domingo solo 45 km. Seguro que aún le dará tiempo para perderse.”
Břetislav Snášel es joven de espíritu y antes que estar sentado delante de la tele y quejarse de los políticos prefiere el aire fresco y la aventura. “Me divierto montando en patinete y les hace bien a mis articulaciones. Disfruto cada kilómetro que recorro y cada noche que paso al aire libre.”
Para sus contemporáneos tiene un mensaje: “Nunca es tarde para empezar. No hace falta ir lejos, solo alrededor del pueblo. Con el tiempo, te darás cuenta de que las distancias se van alargando. Se te despejará la cabeza y te olvidarás de lo que te disgusta de la vida.
Volverás sudoroso, cansado e incluso puede que te digas a ti mismo que no habrá otra salida. Pero dos días después, volverás a empezar, seis meses más tarde, descubrirás que respiras mejor. Lo malo desaparecerá y empezarás a ver el mundo con mejores ojos. Tienes que levantarte, salir y encontrar algo positivo cada día".